Entrega de premios del concurso de microrrelatos de Halloween
El pasado 17 de diciembre tuvo lugar la entrega de premios del concurso de microrrelatos de Halloween, una actividad que ya se ha convertido en una tradición dentro del centro. Este año, la particularidad del certamen residió en que los participantes realizaron sus relatos in situ, con la obligación de incluir las palabras sugeridas por las imágenes proporcionadas a través del juego Story Cubes.
El evento ha contado con la organización de las profesoras responsables de la biblioteca, que, con su esfuerzo y dedicación, han logrado que la actividad se desarrollara de manera fluida y resultara todo un éxito. Gracias a su trabajo, los participantes pudieron disfrutar de una experiencia creativa y enriquecedora que ha fomentado el interés por la escritura entre el alumnado.
La entrega de premios estuvo presidida por el director del centro, D. Antonio Mª López, quien se encargó de otorgar los reconocimientos a los ganadores. Los alumnos premiados recibieron un diploma y un vale por cinco entradas de cine, un obsequio que fue acogido con gran ilusión.
Las ganadoras de esta edición han sido:
- Cristina Ruiz Martín, del grupo 1ºB, con su relato La casa misteriosa.
- Daniel Vilán, de 2º de Bachillerato B, con su inquietante historia Daydreams.
Ambos microrrelatos destacaron por su originalidad, la manera en que integraron las palabras del juego y su capacidad para sumergir al lector en historias envolventes y creativas.
El acto finalizó con unas palabras de agradecimiento por parte del director, quien animó a los estudiantes a seguir participando en este tipo de actividades que combinan diversión, creatividad y aprendizaje.
Sin duda, ha sido una jornada especial que pone de manifiesto el valor de la escritura y el compromiso de los docentes con el desarrollo de competencias creativas en el alumnado
Autora: Cristina Ruiz Martín 1º B
Título: La casa misteriosa
Había una vez un niño al que le encantaba Halloween. Todos los años salía disfrazado con sus amigos e iban pidiendo truco o trato, como era costumbre para él. Se llamaba Daniel, era muy simpático y a todo el mundo le caía bien.
Este año había decidido superar la cantidad de caramelos que juntaba, para ello debía ir al barrio rico. No era una misión fácil. Para llegar debía cruzar el bosque oscuro. Un sitio aparentemente tranquilo, pero que había traído muchos problemas a los niños que lo cruzaban. Era un sitio frío y solitario, con árboles tan altos que diríamos que tocaban la luna. Daniel estaba decidido a cruzarlo, pero sus amigos no lo tenían tan claro. El día de Halloween llegó. Daniel, valiente como siempre, entró decidido al bosque, llevaba con él una linterna para poder ver mejor, ya que en aquel bosque la balanza entre la nada y un
lugar oscuro estaba igualada. Ya llevaba unos minutos andando y de pronto divisó a lo lejos algo que le dejó estupefacto, vio una casa, no se lo podía creer.
Daniel estuvo a punto de darse la vuelta, pero pasaban las horas y Daniel no despertaba. Y de pronto su conciencia se despertó. Una voz le decía que a todos los curiosos como él se quedarían allí durmiendo como efecto de la maldición que la dueña de la casa, aparentemente una mujer normal, les recitaba sobre ellos, haciendo cumplir la promesa grabada en el suelo del jardín. Esa voz le decía que debía leer el libro ya que ahí se encontraba la respuesta a esa misteriosa casa, y que de haberlo sabido jamás habría entrado en aquella casa.
Título: Daydreams
Autor: Daniel Vilán
Me he mudado a un nuevo piso. Es una zona algo complicada, pero poniendo los pros y contras sobre la balanza, me sale rentable el ahorro en alquiler, o eso pensaba hasta hace un par de días.
Yo dormía, no muy plácidamente, mi mente aún fuerte, infinita, inusualmente me trajo flujos de pensamientos, la ansiedad me tiene enfermo.
Un sonido en mi puerta me despertó, como si fuera algún tratado de forzar la cerradura. Al ser una zona rural, los servicios fallan constantemente, así que tomé mi linterna para poder ver en la penumbra. No había ningún rostro. Decidí prepararme un té relajante y regresar a la cama, mientras aparecía desde mi ventana el enorme árbol situado enfrente, con el foco de la luna me lo imagino como un macabro, como si las ramas fueran las cabezas del Cerebro y que me estuvieran observando.
La alarma de la tetera me hizo regresar a la realidad desde mis fantasías. Estando a punto de volver a mi habitación, noto algo extraño, una luz bajo la puerta, siendo desde el engorroso interior de mi puerta. Algún trato de esperarme. Despavorida empecé a hojear entre mis polvorientos libros, hasta encontrar la guía telefónica para llamar a la policía.
Dentro de toda la ansiedad y euforia del momento, me desperté en mi celda blanco pálido, amarrado desde los pies hasta el cuello, amordazado y siendo entrevistado como el paciente psiquiátrico que soy. Solté un par de mentiras, y mi abogado, gracias a un tecnicismo logró sacarme de aquel calvario, hice creer a las autoridades que fui yo la víctima, y esto será mi secreto mejor guardado como un candado sin llave, nadie puede saber mi pasado, espiar mujeres por la noche para después desaparecer su cuerpo no es un delito muy bien visto.