Llega el 1 de febrero de 2025 y el profesor Manuel Duarte y yo, Laura Narváez, nos vamos con 11 estudiantes a Auray, un pueblecito costero de la Bretaña Francesa. El proyecto común en el que trabajamos franceses y españoles es “Federico García Lorca y La Casa de Bernarda Alba: un análisis literario detallado” utilizando, sobre todo, las lenguas española y francesa ya que nosotros estudiamos francés como segunda lengua extranjera y ellos, español, como primera. Aquí en Atarfe, en nuestro centro, comenzamos estudiando el vocabulario en francés de las obras de teatro y por supuesto, nos focalizamos en conocer a los personajes de la magnífica tragedia así como los temas principales.
Partimos a Auray y tras llegar y conocernos con diversas dinámicas, empiezan los talleres que hacemos allí. Comienzan con una clase sobre la terminología que tiene que ver con el colectivo LGTBI, como tema transversal del estudio detallado de Lorca y tras el mismo, en grupos mixtos de españoles y franceses, los grupos se inician en el análisis detallado de La Casa de Bernarda Alba fabricando una “boîte à lecture” o lo que es lo mismo, la caja de lectura, donde los alumnos debían decorarla según el decoro de la obra e introducir tres objetos relacionados con la obra, tres sentimientos de tres personajes y tres sensaciones o sentimientos que nos haya despertado la lectura de esta tragedia. Es más, también podíamos escribir cualquier oración impactante a modo de cita para completar dicho análisis. Los franceses tenían que explicar el porqué de su elección en español y los españoles, en francés para que así, todos practicásemos a la vez que analizábamos detalladamente esta obra. El significado de todas las palabras, los vestidos, los nombres de los personajes, las ausencias y las apariciones, la muerte, la vida, se convirtieron en la excusa perfecta para elegir las tres cajas ganadoras. Además de esta forma tan original de acercarnos a la familia de Bernarda Alba y conocer las encrucijadas de la obra, no faltaron momentos de senderismo por la playa, por ejemplo, o la invitación del grupo de teatro de la universidad, pues curiosamente, estaban estudiando cómo representar su Bernarda. Nos pidieron hacer una exposición de Granada y todos nuestros alumnos participantes, bien organizados, hicieron un trabajo encomiable. La gymkhana por el pueblo de Auray fue perfecta, pues el pueblo tenía un encanto total y ni el frio de febrero en Francia pudo detenernos para disfrutar de unos días de sol fabulosos y una experiencia que, sin duda, superó, todas nuestras expectativas. ¡Juzguen ustedes por si mismos!